miércoles, 22 de febrero de 2012

El PA reclama una nueva política agraria con respecto a las ayudas del PER, para que se realicen de manera que creen empleo y no sean “finalistas”.


El candidato al Parlamento Andaluz por la provincia de Huelva, Francisco Ramos reivindica la calidad de los productos onubenses que tienen que competir en desigualdad de condiciones con los de otros mercados y exige la flexibilización del POTA en el territorio andaluz.
 El sector agrícola es uno de los más importantes de “nuestra provincia” puesto que da trabajo a más de 50.000 jornaleros. Sin embargo, las características naturales de este tipo de trabajo, de la que es parte la temporalidad hace que para compensar a estas personas se les ofrezcan las ayudas del PER, al que se destinan en Huelva 16.6 millones de euros para pagar 103.000 jornales y los subsidios agrarios, un total de 21.3 millones que se dirigen hacia 50.000 jornaleros que no pueden beneficiarse del PER, ha explicado esta mañana Francisco Ramos, candidato al Parlamento Andaluz por el Partido Andalucista en la provincia de Huelva.
El PA, entre sus políticas, propondrá que “esta asignación total, que entre ambas suman más de 38 millones, se doble a 70 millones”, pero con la finalidad de que estas ayudas terminen a la larga generando trabajo a medio plazo, ha esgrimido Ramos.

De esta manera, “no se trata de que a través de estas ayudas se realicen obras de mantenimiento que deberían estar ya contempladas en los presupuestos de cada entidad local”, como “se viene haciendo hasta ahora” sino que se fomente “la realización de proyectos en otros sectores gracias al trabajo que desempeñan las personas que se encuentren disfrutando del PER” pues si “la defensa del trabajador es nuestro objetivo, también lo es el de dar infraestructura al empresario que es al fin y al cabo el que directamente genera empleo” ha indicado el candidato en rueda de prensa esta mañana.
Algunas de estas iniciativas serían la “creación de una red de inmuebles dedicados al turismo local o la creación de un tejido de infraestructuras de turismo rural, con hoteles que pueden construirse a través de la cesión durante un número estipulado de años de inmuebles en estado ruinoso al que el propietario no saca ningún partido. Para ello se necesitan las ayudas de los fondos a también las empresas” ha añadido Ramos.

“De los 113.000 millones que se gasta el Gobierno Central en subsidios de desempleo, sólo destinan a Huelva mil millones y de éstos, 38 millones de euros se ponen a disposición de los fondos del paro agrícola. El único problema que tienen estos fondos es que son finalistas, es decir, en vez de regalarle al parado una caña y enseñarle a pescar, lo que realmente ofrecen es el pescado ya en la mesa, por lo que nosotros proponemos que abandonen esta filosofía en pro de unas actividades más fructíferas para los propios desempleados y para toda la Comunidad, y que  a la larga generen empleo” ha resumido de manera muy gráfica Ramos durante la comparecencia.

Competir a través de la calidad

“No se trata de que como dice el presidente de la CEOE denieguen la prestación a quienes rechacen un trabajo, sino de ofrecerles la posibilidad de producir para su pueblo y generar un futuro mejor a su gente, formándose a la vez. Se trata de dar una luz al callejón sin salida en la que se encuentran muchas personas en Huelva, situación que  se recrudece gracias al convenio agrícola y de pesca que han firmado la UE y Marruecos” ha explicado con referencia al acuerdo que ha visto la luz en los últimos días y que tanta polémica ha generado en los medios de comunicación debido a la “flagrante discriminación a la que se expone a los agricultores andaluces y en particular a los onubenses” de tal modo que los alemanes quieren que cambiemos “coches por fresas a cambio de la ruina del productor agrícola y pesquero andaluz”.

Y es que los productores marroquíes cuentan con unas “condiciones medioambientales inferiores en todo extremo a las que se practican en Andalucía” al no encontrarse en “un estado social de derecho” y por tanto, “las circunstancias de producción son distintas, menos exigentes que las andaluzas” y también “los sueldos pagados a marroquíes son inferiores a los nuestros”.

No en vano, “si las empresas quiebran por esta competencia  que estimamos que es de todo punto desleal, sus jornaleros irán a la empresa más grande de España que es el INEM” y que se “fomenta por el bipartidismo del PP y el PSOE” ha resuelto.

Esta competencia desleal podría paliarse de alguna manera si se creara una Denominación de Origen de todos los productos destacables de Huelva, fresas, frambuesas, arándanos, castañas, cordero del Andévalo, etc. Ya que si bien no podemos competir en cantidad con los productores marroquíes, bien podemos hacerlo en calidad.

Otra de las cuestiones abordadas por el candidato andalucista fue la necesidad de “llevar a cabo el POTA (Plan de Ordenación del Territorio Andaluz) que se votara en 2003, pero desde un punto de vista flexible” ya que “si una medida aprobada va demostrando que se perjudica a sí misma, se necesita una modificación” y hoy día “en vez de ser un marchamo de calidad que un producto sea producido en la zona de la comarca de Doñana, la falta de caminos hace que mucha mercancía sea desperdiciada” al tiempo que por otra parte, el plan de regadíos tampoco favorece a muchos agricultores, siendo en ocasiones precario.

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