El PA recoge decenas de currículos protesta en la puerta de la oficina del INEM.

Francisco Ramos, candidato al Parlamento Andaluz quiere hacer mostrar a “todas las administraciones” que “nuestros desempleados están sobradamente preparados” y que “tras cada número hay un drama familiar”.

 'Contra el paro, levanta la mano y PALANTE'. Bajo este lema, que resume el ideario del Partido Andalucista con respecto a las políticas de empleo se han recogido esta mañana a las puertas de la oficina del INEM ubicada en Santa Marta los currículos protesta que decenas de onubenses desempleados han realizado. Se trata de una iniciativa que lleva a cabo el Partido Andalucista en la que los parados inscriben su situación, experiencia y formación para hacérsela llegar al Gobierno Español.

El objetivo es que “los dirigentes de las administraciones, y en este caso Rajoy por ser presidente del Gobierno” reciban estos currículos protesta y se den cuenta que “detrás de cada número, de cada cifra de desempleo hay una persona, hay un drama familiar”, en el que “los ciudadanos están viviendo la peor de las crisis”, ha recordado Francisco Ramos, candidato al Parlamento Andaluz por el PA, quien ayer distribuyó las medidas que propone la formación política entre las decenas de personas que se acercaron al stand.

También se ha realizado esta iniciativa para que “observen que nuestros parados andaluces están formados, son personas competentes y que se adaptan a trabajar”, personas que “incluso están aportando ideas para solucionar este paro en los impresos que estamos haciéndoles llegar” y por eso “los andalucistas queremos un Plan de Empleo Prioritario con el objetivo de que durante la próxima legislatura se cree el empleo necesario para que Andalucía al menos no supere la media española de paro y para garantizar a los desempleados un mínimo de renta para sobrevivir” ha esgrimido el candidato.

Y es que “no podemos consentir que en Andalucía tengamos un millón trescientos mil parados, de los que 83.000 pertenecen a la provincia de Huelva”. Esto además, supone un 34% de la población activa, algo que no es en ningún caso “admisible”.